Se esperaba que de entrada un Libertad desesperado iba a
salir con todo a buscar el gol que lo tranquilizara para llegar al tercer
juego. Sin embargo, salvo las situaciones que tuvo Gabriel Ríos y la ultima
sobre el final de Alexis Rios, el equipo dirigido por Waldemar Albertí, dejo la
sensación de un equipo mezquino, muy tímido a la hora de ir a buscar el partido
y estaba lejos de ese sagrado gol que tanto rezo durante toda la semana.
Después del gol de Gorosito, Juventud salio con los tapones
de punta a buscar el empate que nunca llego. Con más fuerza que futbol, propia
de todo Superclásico de final, generó muchas situaciones de gol que pudieron
haberle dado el titulo. Pero la suerte favoreció a Libertad que también en un
contragolpe y si no fuera por la hambruna de Alexis Ríos pudo haberlo liquidado
y estirar las diferencias en el resultado hacia un Juventud que había salido
desesperado a buscar el empate.
En fin, la segunda final ya paso y con estados de animo
diferentes, con un Libertad festejando alocadamente y un Juventud cabiz bajo; Waldemar
Alberti e Hildo Gutiérrez deberán trabajar duro tanto física y tácticamente
como psicológicamente de cara al tercer y definitivo juego, el sale o sale que
se dará el mismo dia, en el mismo lugar y a la misma hora.
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